El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) quiere reforzar el control sobre el fraude en los despidos disciplinarios, utilizados en ocasiones para acceder a la prestación por desempleo en casos en los que no se tendría acceso a ella si la baja fuera voluntaria. Hablamos de aquellos despidos simulados en que la empresa “gestiona los papeles para que el trabajador cobre el paro”.
De esta manera, el SEPE podía exigir el certificado de empresa y la carta de despido en caso de detectar indicios de fraude. Ahora, puede pedir además a la Inspección de Trabajo que investigue el despido y al trabajador que presente la demanda contra el despido, la Papeleta de conciliación, la sentencia judicial o el Acta de Conciliación del despido.